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Educación financiera

Fecha:
9 November, 2022
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La educación financiera es un proceso en el que los consumidores de productos y servicios financieros mejoran su conocimiento sobre el mercado financiero. Con la educación financiera, los consumidores desarrollan las habilidades y la confianza sobre los riesgos financieros y la toma de decisiones. Así, saben dónde encontrar ayuda y cómo cuidar su dinero para mejorar su situación financiera.

Cuando hablamos de educación financiera nos referimos a enseñar a las personas una serie de principios para gestionar su dinero a lo largo de su vida. Son una serie de habilidades y conocimientos necesarios para manejar eficazmente el dinero que entra y sale de sus bolsillos.

Según la etapa de la vida en la que se encuentre la persona, los principios y las reglas del juego cambian. Una educación financiera eficaz aborda diferentes opciones para trabajar con varias alternativas según el contexto de cada individuo. También, muestra a las personas cómo maximizar los ahorros al tiempo que se minimizan los riesgos y los gastos. Proporciona a las personas los principios de cómo hacer que el dinero trabaje para ti y te libera de ser un esclavo del dinero de por vida.

¿Cuál es el papel de la educación financiera?

La educación financiera abarca los aspectos básicos de las finanzas personales, cómo presupuestar, ahorrar, invertir, etc. Junto con una serie de otros temas financieros útiles para la vida cotidiana.

El conocimiento de la educación financiera por sí solo no es suficiente para producir un cambio de comportamiento. Sin embargo se ha comprobado que la educación financiera realizada correctamente mejora significativamente los hábitos financieros en términos de reducción de la deuda, mayores tasas de ahorro, adquisiciones y mucho más. Lo que ha llevado al Banco de España a poner en marcha diversas iniciativas de Educación Financiera con la esperanza de conseguir una sociedad más capaz y educada en las finanzas.

Beneficios de la educación financiera

Los beneficios de la educación financiera han sido bien documentados en estudios realizados por instituciones académicas, organismos y empresas de educación financiera. Los beneficios de la educación financiera incluyen tener menos deudas, ser capaz de gestionar las finanzas del hogar, tomar decisiones de inversión bien informadas que produzcan un mayor patrimonio neto personal y otros hábitos que promueven una vida más feliz financieramente hablando.

¿Por qué muchas escuelas pasan por alto los beneficios de la educación financiera?

Con los beneficios de la educación financiera tan evidentes, es desconcertante no saber por qué tantas instituciones de aprendizaje no ponen el mismo énfasis en la educación financiera que en otras materias. La mayoría pasa por alto por qué la educación financiera es importante y cómo puede afectar a los estudiantes y futuros adultos.

1. Aumenta la confianza para tomar decisiones financieras

Cuando no conoces tus opciones financieras, es más probable que confíes en otros para que tomen decisiones por ti. Eso puede estar bien a la hora de elegir un destino para las vacaciones de verano. Sin embargo, cuando se trata de las grandes decisiones financieras de la vida (como la elección de un prestamista hipotecario, el ahorro aplicable o el pago de la deuda), conocer todas tus opciones te da la confianza para elegir lo que es correcto para ti.

2. Te da el poder de negociar

Los conocimientos financieros te dan la capacidad de definir claramente tus expectativas. Desde hablar de los tipos de interés del dinero que pides prestado, hasta plantear los objetivos que tienes para el dinero que inviertes. Cuanto más informado estés, tu capacidad para negociar aumentará.

3. Aumenta tu capacidad para protegerte

El robo de identidad y las estafas online siguen en aumento, cuanto más te mantengas informado, mejor preparado estarás para protegerte de ser presa de un fraude financiero.

4. Aumenta las posibilidades de alcanzar tus objetivos

Una cosa es tener objetivos financieros. Entender mejor lo que se necesita para realizar esos objetivos puede ser la diferencia a la hora de hacer realidad tus sueños financieros.

5. Le proporciona una mejor calidad de vida en general.

Cuando entiendes tus finanzas, te estresas menos y consigues más. No es solo una filosofía, sino también un hecho. Según la Encuesta Financiera de las familias de 2020 del Banco de España, el nivel de educación es un determinante fundamental del nivel de renta en los hogares españoles.

Términos de educación financiera que debes dominar

Existen cinco términos en educación financiera que oirás siempre:

Ingresos:

Es el dinero que recibes por tu trabajo o rentas. Un hogar puede tener más de un ingreso.

Ahorro:

Es el dinero de tus ingresos que no gastas. Por lo general, es recomendable que fijes un porcentaje de tus ingresos para este fin. La única forma en que no puedas ahorrar, aunque sea un mínimo porcentaje de tus ingresos, es que tus gastos sean superiores a lo que ganas.

Gastos:

Tienen su propia clasificación, y así como hay gastos necesarios (como los servicios básicos), hay gastos que no lo son. Básicamente, los gastos se entienden como los compromisos económicos que debemos pagar cada mes.

Inversión:

Parte del dinero que ganas puede ser invertido. De esa manera tu dinero no se quedará estático en una cuenta corriente. Las inversiones pueden hacerse en corto, mediano y largo plazo.

Endeudamiento:

La “capacidad de endeudamiento” es lo que nos permite tener un recurso de dinero (proporcionado por las entidades financieras) para adquirir ciertas cosas. Una buena administración del endeudamiento te permite tener un historial crediticio favorable que te lleve a obtener mejores préstamos o créditos (por ejemplo, un crédito hipotecario), mientras que un mal endeudamiento puede llevar a la bancarrota en el peor de los casos.

Hasta dónde llega la educación financiera

Aunque hay muchas habilidades que pueden englobarse en la educación financiera, algunos ejemplos populares son la elaboración de presupuestos para el hogar, el aprendizaje de la gestión financiera, el pago de las deudas, la evaluación de las ventajas y desventajas de los distintos productos de crédito e inversión. Estas habilidades suelen requerir al menos un conocimiento práctico de conceptos financieros clave, como el interés compuesto y el valor temporal del dinero.

Otros productos, como las hipotecas, los préstamos estudiantiles, los seguros de salud y las cuentas de inversión autodirigidas también han crecido en los últimos años. Esto ha hecho aún más imperativo que los individuos entiendan cómo utilizarlos de forma responsable.

Los conocimientos financieros también abarcan la estrategia financiera a corto plazo, así como la estrategia financiera a largo plazo. Los conocimientos financieros abarcan el saber cómo las decisiones de inversión tomadas hoy afectarán a las obligaciones fiscales en el futuro. Esto también incluye saber qué vehículos de inversión son los mejores para ahorrar para la jubilación, por ejemplo.

Estrategias para mejorar tus conocimientos financieros

El desarrollo de los conocimientos financieros para mejorar las finanzas personales implica el aprendizaje y la práctica de una serie de habilidades relacionadas con el presupuesto, la gestión y el pago de las deudas, así como la comprensión de los productos de crédito e inversión.

He aquí varias estrategias prácticas a tener en cuenta:

  • Crea un presupuesto: registra la cantidad de dinero que recibes cada mes frente a la cantidad que gastas en una hoja de Excel, en papel o con una aplicación de presupuestos. El presupuesto debe incluir los ingresos (cheques de pago, inversiones, pensión alimenticia), los gastos fijos (pagos de alquiler/hipoteca, servicios públicos, pagos de préstamos), los gastos discrecionales (no esenciales como comer fuera, ir de compras y viajar) y los ahorros.

  • Págate primero: para ahorrar, esta estrategia presupuestaria inversa consiste en elegir un objetivo de ahorro (por ejemplo, el pago inicial de una vivienda), decidir cuánto quieres aportar cada mes y reservar esa cantidad antes de repartir el resto de los gastos.

  • Pagar las facturas: mantente al tanto de las facturas mensuales, asegurándote de que los pagos lleguen siempre a tiempo. Considera la posibilidad de aprovechar la domiciliación a tu cuenta corriente o las aplicaciones de pago de facturas, también puedes ponerte recordatorios desde tu móvil.

  • Comprueba tu puntuación de crédito: tener una buena puntuación de crédito te ayuda a obtener los mejores tipos de interés en préstamos y tarjetas de crédito, entre otras ventajas. Controla tu puntuación a través de un servicio gratuito de control de crédito. Así, puedes ser consciente de las decisiones financieras que pueden aumentar o disminuir tu puntuación, como las consultas de crédito y los índices de utilización del crédito.

  • Gestiona las deudas: utiliza tu presupuesto para estar al tanto de las deudas, reduce los gastos y aumenta los reembolsos. Desarrolla un plan de reducción de la deuda, como por ejemplo pagar primero el préstamo con el tipo de interés más alto. Si tu deuda es excesiva, ponte en contacto con los prestamistas para renegociar el pago, consolidar los préstamos o buscar un programa de asesoramiento sobre las deudas.

  • Invierte en tu futuro: si tu empresa ofrece una cuenta de ahorro para la jubilación, asegúrate de inscribirte y contribuir al máximo para recibir la aportación del empleador. Considera la posibilidad de abrir una cuenta de jubilación individual y crear una cartera de inversión diversificada de acciones, renta fija y materias primas. Si es necesario, busca el asesoramiento financiero de parte de profesionales que te ayuden a determinar cuánto dinero necesitarás para jubilarte cómodamente y a desarrollar estrategias para alcanzar tu objetivo.

¿Cómo puedo adquirir conocimientos financieros?

Adquirir conocimientos financieros implica aprender y practicar una serie de habilidades relacionadas con la elaboración de presupuestos, la gestión y el pago de deudas, así como la comprensión de los productos de crédito e inversión. Los pasos básicos para mejorar las finanzas personales incluyen la creación de un presupuesto, el seguimiento de los gastos, la diligencia en los pagos a tiempo, la prudencia en el ahorro, la comprobación periódica de su informe de crédito y la inversión para su futuro.

La falta de conocimientos financieros puede conducir a una serie de obstáculos, como la acumulación de deudas insostenibles, ya sea por malas decisiones de gasto o por falta de preparación a largo plazo. Esto, a su vez, puede conducir a un mal crédito, a la quiebra, a la pérdida de la vivienda o a otras consecuencias negativas.