Acotar la definición de nuestra actividad y promover el conocimiento sobre la misma es un objetivo primordial para AEMIP. Por eso, resulta lógico que la primera publicación de esta nueva etapa comunicativa la dediquemos precisamente a eso, a explicar qué es un micropréstamo; porque no todos los créditos por una baja cuantía pueden ser clasificados como tales, sino que deben cumplirse una serie de requisitos adicionales, que recogemos en los siguientes párrafos.
La Asociación Española de Micropréstamos ha celebrado el 22 de junio su Asamblea General, el mayor encuentro de su calendario anual y el único ineludible para las 11 empresas asociadas. Madrid ha sido sede de una cita que marca, en esta ocasión, un hito destacado para la asociación: AEMIP cumple 10 años trabajando por la profesionalización y la transparencia del sector, defendiendo sus intereses y promoviendo las mejores prácticas. Un aniversario que se celebró al final de la jornada, tras haber completado una intensa agenda de trabajo.
Como en cada edición, la Asamblea ha servido para hacer balance de las acciones realizadas durante el último ejercicio y para evaluar el entorno político, regulatorio y económico. Todo, a fin de anticipar los potenciales riesgos para el sector y definir la estrategia para mitigarlos, así como para identificar oportunidades que contribuyan al crecimiento y la reputación del sector. Este año, además, se han renovado los cargos de la Junta Directiva, estableciendo una estructura que permita abordar el futuro con compromiso, ideas y dedicación. Todo, en el contexto de un intenso año electoral, elemento determinante para definir los próximos pasos y proyectos con los que apuntalar los objetivos de AEMIP.
Imagínese la escena: Usted es juez en un juzgado de primera instancia de una ciudad cualquiera de España; una profesión a la que decidió dedicarse con la firme vocación de ser parte de un sistema que, por definición, imparte justicia de forma objetiva e independiente a todos los ciudadanos que lo solicitan. Pero esta mañana, como ayer y cada uno de los días anteriores, la lista de casos pendientes está compuesta de numerosas demandas judiciales contra entidades de micro prestamos, aludiendo a una supuesta nulidad en virtud de la Ley Azcárate del año 1908 y a un tipo de interés medio extraído de una categoría de productos completamente diferente a la del objeto de enjuiciamiento. A medida que avanza el día verá más casos casi idénticos de demandas estándar firmadas por el mismo abogado en representación del mismo reclamante, demandándose, incluso, varias veces por el mismo contrato de préstamo pues, al tener este varias condiciones particulares, se intenta camuflar la realidad de la unidad del contrato, a efectos de maximizar los procedimientos judiciales y, con ello, los honorarios de los bufetes de abogados que se dedican a esta actividad. La jornada laboral se llena rápida e injustificadamente. Esta situación era así incluso antes de la pandemia pero, a día de hoy ,el sistema judicial se ve colapsado por la indebida y caprichosa proliferación de casos repetitivos, de pleitos en masa, sobre la materia mencionada.
El concepto de responsible lending consiste, en el ámbito crediticio, en actuar en el mejor interés del cliente, garantizando la asequibilidad, la transparencia de las condiciones y el apoyo al prestatario en caso de que tenga dificultades de reembolso. Los prestamistas tienen la responsabilidad de asegurarse de que los prestatarios entienden los detalles de un préstamo y de llevar a cabo controles exhaustivos de cualquier prestatario, de modo que puedan estar seguros de que lo que los clientes van a recibir será adecuado para sus circunstancias.
La educación financiera es un proceso en el que los consumidores de productos y servicios financieros mejoran su conocimiento sobre el mercado financiero. Con la educación financiera, los consumidores desarrollan las habilidades y la confianza sobre los riesgos financieros y la toma de decisiones. Así, saben dónde encontrar ayuda y cómo cuidar su dinero para mejorar su situación financiera.
La Asociación Española de Micropréstamos (AEMIP en adelante) con la colaboración del departamento jurídico de Deloitte Spain, ha elaborado un informe sobre la industria de los micropréstamos y su regulación en España, en el que se aprecian desde las tendencias macroeconómicas que afectan al crédito al consumo, hasta el marco regulatorio nacional, así como otros aspectos como la protección del consumidor y la prevención del blanqueo de capitales en la industria de los micropréstamos. No te lo pierdas…
Aemip se encuentra entre las asociaciones europeas que solicita la participación en el grupo de trabajo para la revisión de la directiva de crédito de la Comisión Europea, mediante la siguiente carta:
We write to you as a group of national associations representing digital consumer lenders across four EU Member States to welcome the ongoing evaluation of the Consumer Credit Directive (CCD).
We represent over 100 digital lenders in four countries, many of whom operate across as many as a dozen countries within the EU.
Around the time of the CCD’s launch, digital lenders, often serving citizens whom established financial services providers had overlooked, began by lending small sums for short terms. In the years following the introduction of the CCD in 2008 we have seen technology, consumer demand and regulation change rapidly at the Member State level.
Digital lenders, including our members, have developed into experienced and capable institutions.
Según los datos del ‘Estudio de consumo Navideño 2016‘, realizado por la consultora Deloitte, este año, cada hogar español gastará esta Navidad unos 682 euros, lo que supone un 4% más del gasto realizado el año pasado, que alcanzó los 655 euros.
Si estás pensando en pedir un micropréstamo para hacer frente los gastos de estas fechas ten en cuenta que la mayoría de los prestamistas privados operan a través de Internet por lo que podrás consultar diferentes opciones de micropréstamo desde tu casa, evitando los trámites que pide una entidad bancaria. Simplemente se rellena un formulario online y si la solicitud ha sido aprobada, el dinero estará de camino a la cuenta del solicitante en sólo unos minutos.
La Asociación Española de micropréstamos (AEMIP) ha lanzado recientemente una campaña en la que proporciona algunas recomendaciones dirigidas a las personas que trabajan en el sector de los micropréstamos.
CONOCIMIENTO TÉCNICO
AEMIP considera que los profesionales del sector deben conocer en profundidad los productos y soluciones que se pueden ofrecer a los clientes. En este sentido, describe el micropréstamo como un producto financiero de pequeño importe (entre 50€ y 500€), que normalmente se devuelve en una única cuota y en un plazo máximo de 30 días, y se gestiona a través de Internet. El coste del micropréstamo depende de la cantidad solicitada y del plazo de devolución y siempre debe ser informado de manera totalmente transparente al cliente. Además se debe informar también de las posibles consecuencias en caso de impago.
La TAE (Tasa Anual Equivalente) es una referencia obligada por ley en la contratación de todo producto financiero y refleja el coste del producto en términos anuales. No obstante, la TAE está pensada para hacer comparables préstamos a largo plazo (más de un año) y únicamente se debe utilizar para comparar productos que tienen la misma duración.
Las nuevas tecnologías han llegado definitivamente y con totales garantías a los micropréstamos. Hasta el punto de mejorar el servicio que prestan a sus clientes y dotarles de mayor seguridad
en las operaciones de solicitud de los préstamos rápidos.
No en vano, las empresas de créditos rápidos, encargadas de comercializar estas innovadoras herramientas de financiación, utilizan unos niveles de seguridad muy altos en sus páginas web, equiparables al de los bancos y otros servicios financieros tradicionales. Como consecuencia de la implantación de estos sistemas, el proceso de solicitud de préstamos rápidos online se caracteriza por la total protección y preservación de los datos del cliente, así como de sus movimientos. De esta manera, se evitan situaciones como la suplantación de identidad y otras formas de fraude.
Desde el preciso momento en que se accede al dominio para rellenar el formulario y hasta que son concedidos los micropréstamos, los usuarios tienen la completa certeza de que están navegando con completa seguridad. Y nada ni nadie, interferirá en este proceso.
Un artículo publicado el pasado 7 de marzo en La Razón, habla sobre la proliferación de empresas que ofrecen micropréstamos online en España. “No hay más que sentarse delante de un ordenador y teclear «créditos rápidos» en el buscador habitual para ver una larga lista de página web dedicadas a este negocio. La clave, entonces, está en saber elegir aquella que ofrezca menor tipo de interés y mejores condiciones de envío y devolución del dinero.”
“Se trata de un nicho de mercado no cubierto por las entidades tradicionales, que se ha desarrollado al calor de la crisis y de la mayor facilidad de acceso a internet”. El volumen de negocio del sector ronda los 200 millones de euros, “una cifra reducida en el conjunto de los créditos al consumo, pero da una idea del gran número de operaciones que se realizan”.
Sin lugar a dudas no todos los micropréstamos son iguales. Cada una de las empresas asociadas y miembros adheridos a la Asociación Española de Micropréstamos (AEMIP) ofrece sus productos con unas características diferentes. Cuestión que hace relevante fijarse en los factores clave a la hora de hacer una solicitud de crédito.
Lo que sí tienen en común todas las empresas asociadas a AEMIP es que están adheridas al Código de Buenas Prácticas, lo que se acredita con el Sello de Confianza AEMIP.
En Internet realizar las compras en páginas seguras y contratar con empresas de confianza es de singular importancia. Si bien, garantizar esa confianza no depende tan solo de la imagen que muestre la página web de una empresa, sino de que sus procedimientos están avalados por sistemas de calidad.
En la Asociación Española de Micropréstamos acogimos con agrado la iniciativa gubernamental de proponer a las entidades bancarias un código de conducta o Código de Buenas Prácticas. En el Real Decreto-ley 6/2012 -de medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos- se establece un “código de buenas prácticas” propuesto a los bancos.
En AEMIP fuimos un poco más allá y propusimos nuestro propio Código de Buenas Prácticas a los asociados y miembros adheridos. El documento consiste en una serie de recomendaciones y pautas que suponen un compromiso para las diferentes entidades y que buscan la protección de los usuarios. Un buen ejemplo de las medidas adoptadas es la Lista de autoprotección de micropréstamos que procura una protección adicional a las personas más vulnerables.
“La TAE no es una buena referencia para los minipréstamos rápidos. Los minicréditos suelen ofrecer cantidades de menos de 500 euros con vencimientos a un mes. Para un préstamo de 100 euros aplican una comisión de 25 o 30 euros. Se trata de préstamos que se ofrecen con pocos requisitos y en los que la entidad prestamista asume un riesgo elevado, haciendo que los honorarios sean elevados, ya que se asume una mayor morosidad. Si las entidades tuvieran que aplicar una TAE acorde al mercado, supondría tener que cobrar cantidades inferiores a 1 euro por un préstamo de 100 euros a 30 días, lo que no llegaría ni a cubrir los gastos de gestión de la operación.
Esto hace que no sea coherente aplicar las mismas varas de medir a préstamos de varios meses o años de duración, por cantidades elevadas de dinero, que a pequeños préstamos de corto plazo. Si bien es cierto que los minipréstamos rápidos pueden tener en muchos casos unos intereses muy altos, lo correcto sería crear una regulación específica que los controle, considerando sus circunstancias especiales.
Se trata de un tipo de producto financiero que cubre un sector de demanda cada vez mayor. Los pocos requisitos y facilidades para obtenerlos han convertido a los créditos rápidos en una forma de obtener dinero cada vez más utilizada. Hay que incidir en el hecho de que no se debe abusar de ellos, pero en casos puntuales de necesidad pueden resultar muy útiles.”
FUENTE: www.lavanguardia.com
Cuando una persona solicita un préstamo a cualquiera de las entidades asociadas a AEMIP se inicia un proceso de valoración de su situación económica. La economía, de hecho, se basa en la confianza y en la información de que disponemos unos de otros. Este principio es el que impera en los ficheros de usuarios de crédito.
Experian es una institución que se ocupa de custodiar la información crediticia de usuarios de todo el mundo. Con más de medio siglo de historia, hace unos años saltó desde Estados Unidos a Europa, donde hoy presta sus servicios a entidades de crédito y micropréstamos.
La Central de Información de Experian -CIREX- se ocupa de custodiar y facilitar información sobre los usuarios que solicitan crédito. Esta información se compromete por reciprocidad. Es decir, solo se concede información a las entidades que a su vez comparten los datos de sus usuarios con el CIREX.
Con el peso de lo aprendido en los últimos años, es necesario redundar en la importancia de tener un consumo responsable, comenzando por no gastar aquello que no se puede pagar. Si hasta ahora eran los créditos hipotecarios los que colmaban las necesidades crediticias de las familias, el futuro inmediato llama a los créditos de consumo a atender la demanda de dinero de la sociedad. En ese marco de crear una economía con deudas asumibles y con una mayor responsabilidad por el consumo desarrolla su actividad AEMIP, la Asociación Española de Micropréstamos.
Según datos oficiales aportados por el Banco de España, en la actualidad existen más de 400 entidades dedicadas a los micropréstamos, de las cuales solo una quincena están asociadas o adheridas a AEMIP. Ante tal panorama es normal que muchas entidades enmarañen la buena práctica que debe premiar en estos casos. Por parte de AEMIP se editó hace unos años un Código de Buenas Prácticas propuesto a las entidades adheridas y asociadas que busca el consumo responsable por encima de todo. No obstante, nos sentimos ofendidos cuando desde otras entidades se atenta contra los derechos de usuarios, que nosotros nos ocupamos de proteger y velar para que sean respetados dentro de todos los integrantes de la Asociación.
La primera que vez que se escuchó hablar de los micropréstamos las noticias procedían de países emergentes como India. Desde entonces esta forma de obtener préstamos de pequeñas cantidades de dinero salvando los (a menudo complejos y burocráticos) trámites bancarios ha evolucionado mucho. A Europa los micropréstamos llegaron hace tan solo unos años, con una filosofía diferente a la que los impulsó en un primer momento, pero con gran aceptación por parte del público que lleva a las entidades que los ofrecen a buscar soluciones comunes a los retos que plantea el futuro.
En la actualidad la mayoría de las empresas que otorgan microcréditos en España están agrupadas en la Asociación Española de Micropréstamos, AEMIP. Más de 15 miembros entre socios y entidades adheridas con el propósito común de dar respuesta a problemas comunes y crear un código de autorregulación que aporten más confianza a los usuarios.
Ferran Prat, presidente de la Asociación Española de Micropréstamos, analiza el sector en España
Los microcréditos, una fuente de financiamiento normalmente vinculada a los países más pobres del mundo, están creciendo en Europa, otorgando a miles de personas como Fátima Fernández una oportunidad para crear pequeños negocios y no caer en la pobreza.
Fernández, que estuvo desempleada durante casi un año, dejó de buscar trabajo y abrió una escuela de yoga y baile en Madrid en diciembre de 2012, gracias a un microcrédito de 25.000 euros (unos US$34.000) después de que los bancos comerciales le negaran sus solicitudes de préstamos. “Dicen que estoy loca, que soy muy valiente”, dijo la instructora de baile de 31 años. Pero “tienes un trabajo seguro, porque depende de ti”.
La definición de un microcrédito en Europa es un préstamo sin garantía de hasta 25.000 euros. Respaldados por subsidios gubernamentales, su volumen en Europa aumentó 31%, a 1.050 millones de euros, de 2008 a 2011, según los últimos datos de la Red Europea de Microfinanzas. La cantidad de nuevos créditos otorgados se más que duplicó a 204.080 durante ese período, indican los datos. Solo en España, más de 75.000 personas tenían microcréditos por pagar en 2011.